Tras la fusión de la nieve, en los bosques del Alto Oja comienza a fructificar un exquisito hongo comestible, desconocido para muchos. Se trata del misterioso marzuelo (Hygrophorus marzuolus). Una especie de seta con láminas que forma parte de la familia de los Higroforos, donde también se clasifican Hygrocybe y Camarophyllus. Este interesante y variado género, engloba un conjunto de especies carnosas, a veces muy coloridas, que poseen láminas vistosamente separadas y decurrentes. La también llamada seta de marzo, posee una coloración gris-oscura en el sombrero, característica que dificulta extremadamente su localización cuando aparece camuflada bajo la hojarasca del arbolado. Éste mismo, suele decolorarse de forma distintiva cuando los ejemplares crecen muy tapados u ocultos entre los restos vegetales, adoptando entonces unas difuminaciones blanquecinas o grisáceo pruinoisas (enceradas).
Por nuestras latitudes, Higrophorus marzuolus comienza a emerger a mediados del mes de febrero, incluso antes, si las condiciones termopluviométricas son adecuadas. Es una especie que prefiere los climas frescos y húmedos de montaña, resistiendo bien los periodos de helada invernal, siempre y cuando sus valores no sean excesivamente negativos. Las nevadas de finales de invierno resultan cruciales para dicha seta. De forma adecuada, la capa de nieve actúa como un eficaz elemento aislante que mantiene protegidos a los jóvenes primordios al inicio de su fase de crecimiento, cuando los hielos y las bajas temperaturas afectan al exterior. En primavera, cuando las temperaturas comienzan a ascender y el calor penetra en los bosques, su desarrollo se paraliza por completo. La precocidad de la aparición de esta seta imposibilita su confusión con otras especies afines, como las negrillas o Tricholomas, y que, aún siendo tardías, dejan de aparecer una vez a entrado el invierno. Otros Hygrophorus con sombreros negros o grises, como el H. limacinus, camarophyllus, atramentosus, agathosmus, etc. son también especies otoñales, comestibles todas ellas y difíciles de encontrar en el mes de marzo.
HÁBITAT DEL MARZUELO EN EZCARAY
En la vertiente riojana de la Sierra de La Demanda, curiosamente aparece ligado a los bosques maduros de hayas, con los que entabla una secreta asociación radical de tipo micorrícico, y que beneficia por igual a ambos participantes; en este caso, árbol y hongo. Posiblemente, los marzuelos de este territorio formen parte de un ecotipo o raza geográfica acomodada desde antiguo a los bosques ácidos de frondosas, diferenciándose entonces de los que tradicionalmente se recolectan en las tierras pinariegas de Soria, Burgos, el Maestrazgo o parte del Sistema Central. En las sierras riojanas de Cameros y Cebollera se cosecha igualmente en pinares autóctonos de silvestre, en zonas elevadas. En el Pirineo también se recoge bajo abeto blanco en montaña silíceas. En la Cantábrica y País Vasco, es frecuente bajo masas mixtas de hayas y robles. Interesantes resultan las recientes citas recopiladas bajo alcornoques, en el sur peninsular.
Jóvenes primordios emergiendo bajo la cobertura de la hojarasca del hayedo.
Elena Montoya says
Me gusta el blog, es interesante, didáctico y bonito. Las imágenes preciosas y el contenido muy claro. ¡Suerte!
sergio says
MUY INTERESANTE JUAN.
HABER CUANDO ME ACERCO UN DÍA A EZCARAY!
Juan José says
Aupa Sergio, este ha sido un buenísimo año de marzuelos.