La otra noche, cuando nos íbamos de recogida para casa, encontramos junto a la puerta del portal un magnífico ejemplar de la especie Laothoe populi, generalmente conocida por el nombre de esfinge del chopo.
Se trata de una polilla o mariposa nocturna de tamaño medio, que los entomólogos tienen clasificada dentro de la familia de los esfígidos. Característico grupo de lepidópteros cuyas alas anteriores, por lo común, suelen ser más estrechas y apuntadas que las posteriores. Su forma de volar es rápida y vertiginosa, alternando con desplazamientos frenéticos. Algunas especies realizan amplios viajes migratorios, cubriendo distancias de cientos de kilómetros. Sus orugas o larvas generalmente son grandes y voluminosas y presentan diseños cromáticos muy llamativos. Entre sus representantes más conocidos destacan la esfinge colibrí, la esfinge calavera o las esfinges de la vid, la lechetrezna o el aligustre.
En posición de reposo, las alas anteriores de la esfinge del chopo se repliegan hacia atrás, disponiéndose algo retrasadas por encima de las posteriores o traseras.
Puede observarse localmente durante las noches estivales, en las proximidades de las riberas o en parques urbanos, viciosamente atraída por los focos de luz artificial. La población ibérica queda distribuida por la mitad norte peninsular.
De coloración apagada y pardusca, destaca una mancha ferruginosa muy marcada en el ángulo interno de las alas posteriores. Ideosa tonalidad que se combina con una dotada morfología alar, imitando sabiamente la silueta ondulada de una hoja seca. Ambos rasgos le otorgan un camuflaje perfecto durante las horas de reposo diurno, en las que la mariposa suele permanecer inmóvil sobre la corteza de los árboles, pasando inadvertida ante posibles depredadores.
En conducta de descanso, como costumbre típica de los lepidópteros de hábitos crepusculares (grupo Heterocera), las alas permanecen desplegadas en un mismo plano horizontal. Situación en la que las alas posteriores se muestran bien visibles, adelantadas sobre las anteriores, por debajo de ellas (visible en la primera imagen). Considerándose éste, un rasgo atípico entre los integrantes de la familia Sphingidae.
El espécimen que se muestra en la imagen se corresponde con un imago o adulto. Estas polillas tienen la espiritrompa (órgano extensible con forma de tubo por el que se alimentan los lepidópteros, absorbiendo néctar y otro tipo de jugos alimenticios) atrofiada, lo que le impedimenta alimentarse. Por esta razón, el periodo de vuelo de los adultos es muy breve, reduciéndose a unas escasas noches de verano en las que también deben darse unas condiciones ambientales favorables. Tiempo que aprovecha exclusivamente para buscar pareja y aparearse. Tras completar este breve ciclo reproductivo, la esfinge muere.
La puesta se compone de unos 200 huevecillos que la hembra va depositando individualmente o por parejas sobre el envés de las hojas.
La oruga es grande y rechoncha. Se tinta de coloraciones verdosas. A su vez posee rayas más claras o amarillentas, dispuestas oblicuamente sobre los flancos.
Acoplamiento sexual entre una pareja de esfinges del chopo. La hembra, con el abdomen más desarrollado y posiblemente colmado de huevos, aparece en la parte superior de la imagen.
La especie está presente en los bosques ribereños. Las orugas son polífagas y se alimentan vorazmente de las hojas del chopo Populus y sauce Salix. También defolia alisos Alnus, manzanos Malus, rosales Rosa y otros frutales. Por igual, se cita esporádicamente en fresnos Fraxinus, robles Quercus, abedules Betula, lureles Laurus, etc.
Tiene un ciclo biológico que se completa en dos generaciones anuales (bivoltino), propagadas entre mayo y septiembre. La primera se considera primaveral y la segunda es propia del verano. En regiones de clima frío únicamente desarrolla una generación por año. No se sabe a ciencia cierta si en La Rioja sus poblaciones se desarrollan en uno o dos ciclos por año.
Terminado el verano, la oruga desciende hasta la base del árbol nutricio. Allí, enterrada bajo el suelo, tiene lugar la fase de pupación. La crisálida o pupa permanece en letargo durante la estación fría, envolviéndose en una cápsula protectora. En la primavera del año siguiente emergerán los nuevos adultos recién metamorfoseados.
Manuel Martín says
Te felicito por la descripción, me ha sido de gran ayuda.
También por tu trabajo. Un saludo de un aficionado a la fotografía de insectos.
Juan José Arguisjuela says
Muchas Gracias Manuel. El artículo es antiguo y me gustaría mejorarlo con alguna foto más. Recuerdo que fue la primera vez que vi este alucinante insecto alado. Se agradecen tus comentarios. Saludos desde Ezcaray, La Rioja.