En nuestras latitudes, se acepta y comparte la idea generalizada de que en invierno, el bosque caducifolio, el monte, se halla mucho más apagado en cuanto a coloridos vivos se refiere. Todo duerme paciente a la espera del fragor primaveral. A estas alturas, tan solo el verde esperanza de algunas hierbas, matas y arbustos, lograLeer Más